Cómo hacer una estufa de lata: guía paso a paso

Cómo hacer una estufa de lata
Aunque no estés en una situación de supervivencia, saber hacer un hornillo de lata sigue siendo una habilidad útil. Perfecto para hervir agua o preparar una comida sencilla, esta herramienta ligera y eficaz ofrece funcionalidad sin necesidad de materiales caros ni de un montaje tedioso.
Y lo mejor de todo es que es algo que puedes crear con objetos que probablemente ya tengas en casa o que puedes buscar fácilmente en el exterior.
¿Qué es una estufa de lata?
Un hornillo de lata es una herramienta de cocina compacta, construida a partir de una lata vacía. Por su sencillez y versatilidad, es una solución muy popular entre los aficionados a las actividades al aire libre, los supervivientes y cualquiera que se enfrente a proyectos básicos de preparación.
Fabricado con unos pocos agujeros y una abertura para el combustible, el hornillo canaliza el flujo de aire con eficacia, permitiendo que una pequeña llama arda lo bastante caliente como para cocinar alimentos o hervir agua.
A diferencia de los hornillos de acampada más grandes o de los equipos que requieren bidones de combustible, los hornillos de lata tienen la ventaja única de utilizar materiales naturales como pequeños palos o cartón como combustible. Proporcionan una alternativa ligera y barata a los hornillos comerciales, que algunas personas utilizarán en sus viajes de acampada para cocinar simplemente.
Para empezar, necesitarás un puñado de materiales básicos y algunas herramientas. La lata puede resultar afilada al manipularla, así que si quieres evitar lesiones, ponte algunos guantes resistentes a los cortes.
Materiales:
- Una lata grande (por ejemplo, de conservas vegetales o de zumo).
- Palos finos, ramitas, cartón u otro material natural inflamable como combustible.
- Cerillas o un encendedor para encender la estufa.
Herramientas:
- Tijeras de hojalatero, tijeras resistentes o una navaja multiusos afilada.
- Un abrelatas de bolsillo (o cualquier abrelatas para hacer agujeros).
- Guantes de trabajo (muy recomendables para manipular bordes afilados).
Elige el tamaño de la lata en función de tus necesidades culinarias. Los botes más grandes pueden contener más combustible, por lo que son ideales para quemas prolongadas o comidas más copiosas. Las latas más pequeñas son más portátiles, pero pueden necesitar repostar más a menudo.
Guía paso a paso para construir tu estufa de lata
Ahora que has reunido los materiales, es hora de construir la estufa. Los pasos son relativamente sencillos, y deberías tener tu estufa montada y funcionando en 10 minutos o menos.
Paso 1: Preparación de la lata
Empieza por quitar las etiquetas y el adhesivo de la lata. Las etiquetas pueden incendiarse y producir humos nocivos, por lo que es esencial trabajar con el exterior limpio.
Inspecciona la lata para asegurarte de que está intacta y de que tiene un fondo resistente para sostener el combustible y el recipiente para cocinar. Si a la lata le falta el fondo, no te preocupes: puedes construir una estufa de hojalata. En ese caso, quemarás el combustible en el suelo.
Paso 2: Cortar la abertura para el combustible
Con el cuchillo, corta con cuidado una abertura rectangular en la parte inferior de la lata. Esta abertura servirá como punto de inserción del combustible. Procura que la abertura sea lo suficientemente grande como para que quepan pequeños palos, ramitas o cartón enrollado.
Una vez cortada la abertura, dobla la solapa cortada hacia dentro; debe apoyarse en la tapa inferior de la lata por la parte interior.
Paso 3: Añadir orificios de ventilación
El flujo de aire es fundamental para mantener el fuego ardiendo con eficacia. Para conseguirlo, utiliza tu abrelatas de bolsillo para hacer pequeños agujeros espaciados uniformemente en conjuntos pareados alrededor de la base de la lata. Esto permite que el oxígeno fluya y alimente el fuego.
A continuación, añade cuatro orificios de ventilación individuales a lo largo del borde superior de la lata. Así evitarás que tu olla, sartén o tetera sofoque la llama mientras cocinas. Los agujeros también ayudan a liberar el calor, favoreciendo el proceso de combustión.
Cómo utilizar la estufa de lata
Ligera, funcional y fácil de montar, ¡tu estufa de lata está lista para afrontar su primer uso! A continuación te explicamos cómo sacarle el máximo partido.
1. Carga el combustible: Empieza apilando sin apretar pequeños palos, ramitas o cartón seco en la abertura para el combustible situada en la parte inferior del bidón.
Para facilitar el encendido, coloca unos trozos de papel arrugado u hojas secas cerca de la abertura.
2. Encendido: Enciende con cuidado el papel o las hojas utilizando un mechero o cerillas. Esta capa base de yesca ayuda a encender los trozos más grandes de combustible que hay sobre ella.
3. Controla la llama: Añade pequeños palos gradualmente a medida que el fuego inicial prende, asegurándote de que la llama se mantiene constante y caliente. Muchos palos pequeños y secos arderán más caliente y rápido que un solo trozo grande de madera.
4. Empieza a cocinar: Una vez que la llama esté estable, coloca tu olla o sartén encima de la lata. Vigila el fuego y añade combustible cada vez que notes que el calor disminuye.

Reflexiones finales
Una estufa de lata es una de esas herramientas que combinan ingenio, asequibilidad y sentido práctico en un solo proyecto de bricolaje.
Aunque no es una solución a largo plazo, es capaz de durar varias quemas antes de mostrar desgaste. Como puedes encontrar latas viejas en casi cualquier parte del mundo, es una de las mejores opciones para quien necesite un hornillo en un apuro.
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