Supervivencia Urbana
Remedios contra la hiedra venenosa
Si eres sensible a la hiedra, el roble o el zumaque venenosos, una excursión por el bosque o incluso un paseo por el parque pueden convertirse en una pesadilla. Puedes sufrir una erupción grave que incluya ampollas, hinchazón y picor. En algunos casos, una reacción adversa puede provocar dificultad para respirar.
Aunque estos síntomas suelen mejorar sin tratamiento en el plazo de una a tres semanas, pueden convertirse en pura miseria hasta entonces. Este artículo explora qué causa la erupción y cómo evitarla, remedios caseros que funcionan y cuándo buscar ayuda médica.
¿Qué causa la erupción por hiedra venenosa?
El contacto físico con el urushiol, un aceite que contiene la planta, es el culpable de una hiedra venenosa, roble venenoso o zumaque venenoso. Aunque algunas personas pueden tocar el urushiol y no reaccionar a él, otras no son tan afortunadas y notan los síntomas entre 12 y 48 horas después de la exposición.
La gravedad de la erupción depende de la cantidad de urushiol que llegue a tu piel. El aceite está en las hojas, tallos y raíces de la planta, por lo que puede aparecer una reacción aunque roces la planta. Las personas sensibles pueden incluso tener una reacción desagradable al tocar ropa que contenga el aceite o una mascota que tenga el aceite en el pelo.
Además, sin saberlo, puedes extender la erupción a otras partes del cuerpo -como la cara- con las manos.
Cómo protegerte
La mejor defensa es un buen ataque. En otras palabras, hay formas de reconocer y evitar el roble, la hiedra y el zumaque venenosos.
- Recuerda el adagio “Hojas de tres, déjalas estar”. Estas plantas venenosas tienen tres hojas lustrosas, lisas o dentadas.
- Las plantas crecen en forma de enredadera o de pequeño arbusto.
- Las hojas cambian de color según la estación, es decir, son rojizas en primavera, verdes en verano y amarillas, naranjas o rojas en otoño. Algunas plantas tienen pequeñas bayas blancas o flores verdes y blancas.
- Lleva ropa protectora: pantalones largos, calcetines, guantes – en zonas donde pueda crecer hiedra venenosa.
Para ayudarte a identificarlas, aquí tienes algunas fotos.
Hiedra venenosa
Como puedes ver, la hiedra venenosa se caracteriza por sus racimos de hojas de tres puntas. El color de las hojas puede variar de verde en primavera y verano a un rojo o amarillo vibrante en otoño.
La superficie puede ser lisa o ligeramente vellosa, y la propia planta puede crecer como enredadera o arbusto. Esta adaptabilidad le permite prosperar en diversos entornos, a menudo a lo largo de los bordes de los bosques, en campos abiertos y a lo largo de los bordes de las carreteras.
Roble venenoso
El roble venenoso se identifica por sus hojas, que suelen estar dispuestas en grupos de tres, con la forma de las hojas de roble. Los bordes de las hojas son festoneados o lobulados, lo que les da un aspecto ondulado.
El color pasa del verde en primavera y verano a tonos rojos o bronce en otoño. Esta planta suele crecer como arbusto denso en zonas boscosas, sobre todo a lo largo de la costa oeste de Estados Unidos.
Zumaque venenoso
A diferencia de la hiedra venenosa y el roble venenoso, el zumaque venenoso crece como arbusto alto o árbol pequeño y destaca por sus tallos que tienen de 7 a 13 folíolos dispuestos en pares.
Las hojas son lisas, alargadas y con puntas puntiagudas, de color verde brillante en primavera y verano y de un llamativo rojo o naranja en otoño. El zumaque venenoso tiende a prosperar en zonas húmedas y pantanosas, por lo que es menos frecuente a lo largo de los senderos y más común en los humedales.
¿Qué hacer si tocas la hiedra venenosa?
El momento es crucial si has estado expuesto a la hiedra, el roble o el zumaque venenosos. Lavarte la piel lo antes posible puede reducir significativamente los síntomas. Utiliza guantes pesados, quítate toda la ropa expuesta y métela en una bolsa de plástico. A continuación, dúchate o lávate a conciencia con agua tibia y jabón. Evita el agua caliente, ya que puede irritar aún más la piel.
El urushiol puede permanecer activo un año o más después de la exposición. Así que, después de ducharte, echa la ropa expuesta directamente en la lavadora y lávala con detergente en agua caliente, asegurándote de que la ropa pueda agitarse libremente. Asegúrate de desechar la bolsa de plástico.
Además, baña a una mascota expuesta -usando guantes gruesos- y lava cualquier herramienta de jardinería, mochila, botella de agua u otros objetos que puedan haber estado expuestos.
Cómo tratar una erupción por hiedra venenosa
Cuando se trata de remedios caseros, lo que buscas es calmar el picor, secar una erupción supurante y reducir la posibilidad de infección. Aunque una erupción grave seguirá su curso, aquí tienes una lista de tratamientos que te ayudarán a sentirte más cómodo.
1. Alcohol para fricciones
Llevar toallitas con alcohol durante una acampada puede ser crucial para prevenir una erupción por hiedra venenosa. El alcohol para fricciones es efectivo para eliminar el urushiol de la piel y otras superficies. Es importante evitar el uso de alcohol de quemar una vez que la erupción ha aparecido, ya que puede agravar la irritación de la piel.
2. Compresa fría
Aplicar compresas frías y húmedas en las zonas afectadas puede aliviar el picor y el dolor. Las duchas breves y frías también pueden ayudar.
3. Gel de aloe vera
El aloe vera puro es otra opción. Puedes extraer el gel calmante directamente de una planta de aloe vera, o puedes comprar gel de aloe vera online o en una farmacia y aplicarlo sobre la erupción para obtener un alivio temporal refrescante y calmante.
4. Antihistamínicos orales
Los antihistamínicos orales (como Benadryl) pueden ayudar a reducir la inflamación y el picor. Sin embargo, ten en cuenta que estos productos pueden producir somnolencia. (Nota: las pomadas antihistamínicas de venta sin receta pueden empeorar la erupción).
5. Avena coloidal
La avena coloidal, que se hace moliendo granos de avena hasta obtener un polvo fino, tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la erupción. Tomar un baño de avena o aplicar avena coloidal directamente sobre la erupción puede ofrecer un alivio calmante.
6. Bicarbonato sódico
El bicarbonato sódico es un remedio natural calmante que merece la pena probar. Puedes añadirlo directamente al agua tibia del baño o hacer una pasta con él y un poco de agua tibia. Aplica la pasta en las zonas afectadas y déjala actuar de cinco a diez minutos antes de enjuagar suavemente.
7. Arcilla de bentonita
Otra opción es hacer y aplicar una pasta de arcilla bentonita (también llamada arcilla de filosilicato de aluminio absorbente o arcilla montmorillonita) y agua a la erupción. Aquí tienes información sobre esta forma de arcilla y cómo utilizarla.
8. Calamina
La calamina, a menudo llamada loción de calamina, es un líquido rosado hecho de mineral de calamina en polvo. Puedes ayudar a calmar la piel irritada y aliviar el picor aplicando esta loción suave.
9. Vinagre de sidra de manzana
No hay prisa con este remedio. Algunas personas informan de que el ácido contenido en el vinagre de sidra de manzana ayuda a secar una erupción de hiedra venenosa y a aliviar el picor. Sin embargo, la investigación sobre este remedio es incoherente.
¿Cuándo contactar con un médico?
La mayoría de las erupciones por hiedra, roble y zumaque venenosos siguen su curso y desaparecen en pocas semanas sin necesitar la atención de un profesional sanitario. En algunos casos, sin embargo, puede que necesites ver a un médico. He aquí algunos signos de advertencia:
- La persona experimenta dificultad para respirar.
- La erupción se extiende hasta llegar a afectar, cubriendo 25% o más del cuerpo.
- El picor empeora, perturbando significativamente el sueño.
- La erupción afecta a los ojos, al interior de la boca o a los genitales.
- Los síntomas no mejoran después de siete a diez días.
- La persona tiene una fiebre superior a 37,7 ºC (100 °F), lo que indica una posible infección.
Para más información sobre cómo identificar y evitar la hiedra, el roble y el zumaque venenosos, consulta este vídeo de la Universidad Estatal de Oklahoma y este artículo del Servicio de Extensión de las Universidades de Alabama y Auburn.
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