Cómo crear un plan de huida personalizado (Bug Out)
Cómo crear un plan de huida personalizado
Un plan de huida es una hoja de ruta estratégica de evacuación, diseñada para abandonar rápidamente una zona durante las emergencias. Apuntala tu seguridad, garantizando una salida rápida y organizada en medio del caos.
A lo largo de esta guía, aprenderás a crear una estrategia de evacuación a medida, que abarcará aspectos esenciales, desde la composición del equipo hasta el trazado de la ruta. Aunque no hay dos catástrofes iguales, aprender estas estrategias generales te dará una ventaja cuando el SHTF.
Comprender tu situación
Antes de examinar los detalles de tu plan de supervivencia, debes averiguar los tipos de catástrofes que podrían producirse con mayor probabilidad en tu región. Este conocimiento te permitirá adaptar tu plan a escenarios realistas, asegurándote de que no te estás preparando para una tormenta de arena en el desierto cuando vives en una zona propensa a las inundaciones.
Empieza por investigar los datos históricos y las tendencias relativas a catástrofes naturales y sucesos de emergencia en tu localidad. Los organismos gubernamentales y las organizaciones comunitarias locales suelen proporcionar mapas de peligrosidad y evaluaciones de riesgos.
Busca información sobre la frecuencia, gravedad y tipo de sucesos de emergencia anteriores. Para los que viven en Estados Unidos, recursos como el sitio web del FEMA pueden ser un recurso inestimable. Pero no te detengas en los peligros naturales. Las amenazas de origen humano, como los vertidos químicos o nucleares y los incidentes de las centrales también pueden convertirse rápidamente en una realidad.
Una vez que tengas una idea de las amenazas potenciales, empieza a explorar tu área inmediata. Identifica múltiples rutas de escape, teniendo en cuenta factores como los patrones de tráfico durante las horas punta y las barreras naturales. Amplía este nuevo conocimiento examinando la geografía regional: ríos, cadenas montañosas y autopistas pueden influir en tu evacuación.
También sería buena idea conocer la capacidad y ubicación de los refugios, hospitales y comisarías de policía locales. Esto puede darte una ventaja estratégica durante una catástrofe proporcionando opciones y alternativas.
Construir una bolsa de emergencia a medida
Una bolsa de huida (bug-out) es un kit portátil que contiene todos los elementos esenciales que necesitarías para sobrevivir al menos 72 horas si tuvieras que evacuar a toda prisa. Está diseñada para que puedas salir rápidamente y mantenerte hasta que llegues a un lugar seguro o la situación se estabilice.
El objetivo de esta bolsa de supervivencia es garantizar que, en caso de catástrofe, tengas acceso a los suministros necesarios para sobrevivir, como alimentos, agua, refugio y material de primeros auxilios.
Elementos esenciales que debes incluir en una Bolsa de Emergencia
La lista puede no limitarse a lo que aquí se menciona, pero esto debería darte una buena idea de lo que debes empezar a aprovisionarte para tu bolsa de emergencia.
- Agua: Un mínimo de un galón por persona (necesitarás mantenerte hidratado), por día, y un sistema portátil de purificación de agua.
- Alimentos: Alimentos no perecederos que requieran una preparación mínima, como barritas energéticas, frutos secos y comidas listas para consumir.
- Refugio: Una tienda de campaña ligera o un refugio de emergencia y un saco de dormir adecuado para el clima.
- Ropa: Ropa y capas apropiadas para el clima, incluyendo ropa de lluvia y botas resistentes.
- Botiquín de primeros auxilios: Un botiquín de primeros auxilios completo que incluya los medicamentos personales recetados y todo lo que necesitarás para hacer frente a la ruta.
- Herramientas: Una multiherramienta, una linterna con pilas de repuesto y material para encender fuego son buenas herramientas básicas para empezar.
- Comunicación: Una radio a pilas o de manivela, una batería totalmente cargada y un silbato de emergencia.
- Navegación: Mapas de la zona, brújula o GPS.
- Documentos personales: Copias de documentos importantes, como documentos de identidad, pólizas de seguro y registros bancarios en un contenedor impermeable.
Consejos para personalizar tu Bolsa Bug-Out
Para personalizar tu bolsa de supervivencia, ten en cuenta tus necesidades personales y las posibles catástrofes de tu zona. Si padeces alguna enfermedad, asegúrate de meter en la maleta medicamentos adicionales y suministros. Las familias con bebés deben incluir alimentos, pañales y otros artículos necesarios.
Evalúa las catástrofes naturales frecuentes en tu región. Si estás en una zona propensa a los terremotos, por ejemplo, máscaras antipolvo adicionales y guantes pueden ser importantes. Para los que viven en zonas expuestas a huracanes, incluye ropa impermeable y dispositivos de flotación.
Revisa y actualiza periódicamente tu bolsa a medida que cambien tus necesidades y tengas más información sobre las posibles emergencias de tu zona.
Elegir los lugares de refugio
Cuando se trata de seleccionar los lugares de escape, entran en juego varios factores críticos.
- La distancia es una consideración clave; tu ubicación debe estar lo suficientemente lejos como para evitar los peligros inmediatos, pero lo suficientemente cerca como para llegar a pie si es necesario.
- La accesibilidad también es importante; asegúrate de que se puede llegar al lugar con distintos medios de transporte o por distintas rutas en caso de que algunas estén bloqueadas o sean inseguras.
- Los recursos del lugar son vitales. Busca recursos naturales,fuentes de agua, disponibilidad de alimentos como caza salvaje o pescado, y materiales para refugio y calor.
- El lugar debe ser seguro, es decir, debe estar oculto a plena vista y ofrecer protección tanto contra los elementos como contra posibles amenazas.
- El terreno debe resultarte familiar, proporcionándote ventajas naturales y, al mismo tiempo, ser difícil de transitar para otros sin conocimientos similares.
Disponer de varios lugares de refugio es una buena idea, ya que te ofrece opciones en función de la naturaleza, la dirección y la gravedad de la catástrofe. Diferentes escenarios pueden bloquear rutas o hacer que algunos lugares sean inaccesibles.
Explorar y visitar de vez en cuando estos lugares puede hacer que sigan siendo opciones realistas y fiables. Revisa y ajusta periódicamente tus opciones a medida que evolucionen las circunstancias medioambientales y personales.
Planificar tu ruta
En una crisis, tu ruta primaria puede estar comprometida debido a atascos, desastres naturales u otros obstáculos imprevistos. Cada plan de salida debe tener rutas alternativas planificadas así como los medios para determinar rápidamente la mejor bajo presión.
Para enfatizar aún más la importancia de la redundancia, lleva mapas de papel actualizados en tu bolsa de huida. Los dispositivos digitales y los sistemas GPS son propensos a fallar en caso de emergencia, ya sea por muerte de las baterías, redes dañadas o fallos técnicos. Los mapas en papel son fiables, no necesitan alimentación y pueden utilizarse para navegar cuando los sistemas electrónicos no pueden hacerlo. Lamina los mapas si es necesario, algo que los mantendrá a salvo del agua y el deterioro.
Para utilizar eficazmente estas rutas en caso de emergencia, es fundamental que te familiarices con ellas de antemano. Practicar con regularidad los recorridos a tus lugares de refugio por diferentes caminos puede perfeccionar tus habilidades de navegación, ayudarte a reconocer puntos de referencia y permitirte ajustar tu planificación de rutas basándote en la experiencia práctica.
También deberías marcar posibles refugios seguros a lo largo de estas rutas, como casas de amigos o refugios públicos. La combinación de una planificación detallada, la posesión de mapas físicos y la familiarización práctica con tus rutas de escape son elementos indispensables de una estrategia de preparación para emergencias bien completa.
Combustible y transporte
Si tienes suficiente gasolina para las primeras 72 horas, entonces podrás llegar mucho más lejos de lo que podrías a pie. Un alijo extra de gasolina, almacenado de forma segura en recipientes apropiados y alejado de posibles fuentes de ignición, garantiza que puedas recorrer distancias significativas incluso cuando las gasolineras estén cerradas o los suministros son limitados.
Más allá del almacenamiento de combustible, la condición de tu vehículo de huida merece una atención regular; un coche bien mantenido es más fiable, eficiente y está preparado para afrontar las difíciles condiciones que pueden surgir durante una emergencia. Las revisiones y el mantenimiento rutinarios, desde la inspección de los neumáticos hasta el cambio de aceite, deben realizarse sistemáticamente.
Si los vehículos tradicionales no son opciones viables debido a las condiciones de la carretera o a la escasez de combustible, hay que considerar modos de transporte alternativos. Las bicicletas, las motocicletas o incluso los caballos pueden ser alternativas prácticas, sobre todo cuando se circula por terrenos congestionados o fuera de la carretera.
Ten en cuenta la capacidad de almacenamiento y la velocidad de estos medios, y alinéalos con tu plan de supervivencia. A menudo, esto puede significar dejar atrás cosas de tu plan inicial.
Otros preparativos esenciales para salir del bicho
Un plan de comunicación es vital para mantenerte a ti y a tus seres queridos seguros e informados durante una crisis. Un buen plan describe cómo os conectaréis entre vosotros, establece puntos de encuentro si os separáis y designa fuentes de confianza para las actualizaciones.
Por ejemplo, tener una radio solar o de manivela garantiza el acceso a las alertas públicas sin depender de la electricidad, mientras que acordar una contraseña familiar puede asegurar tu comunicación en tiempos confusos.
Otro consejo sobre alimentación y abastecimiento de agua, da prioridad a los artículos no perecederos que tengan una larga vida útil y requieran una preparación mínima. Incluye una mezcla equilibrada de proteínas, hidratos de carbono y grasas, junto con alimentos esenciales, vitaminas y minerales. Mantener altos tus niveles de energía te mantendrá en movimiento, y un cuerpo sano rara vez enferma.
Asegurar tu casa antes de partir es un paso sencillo pero a menudo olvidado. Refuerza las ventanas, cierra todas las puertas y, si el tiempo lo permite, coloca sacos de arena en las zonas susceptibles de inundación. Desconecta los electrodomésticos y los servicios públicos para evitar daños por sobrecargas eléctricas o fugas de gas.
Si tomas estas precauciones, tendrás más posibilidades de proteger tus bienes y evitar estrés adicional a tu regreso (si es que acabas regresando).
Reflexiones finales
Para mí, un plan de escape es como prepararse para una aventura de acampada de larga duración. Doy prioridad a los artículos que ofrecen múltiples funcionalidades o a los que se pueden utilizar más de una vez. Una cosa que muchos parecen olvidar es que la formulación de un plan de evacuación no es el final del proceso.
Es importante reevaluarlo, perfeccionarlo y modificarlo continuamente en función de la evolución de las circunstancias. Un plan de huida bien diseñado puede aliviar significativamente el estrés en situaciones tensas, pero sólo si todos los diferentes aspectos funcionan bien juntos.
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